Desde muy temprana hora todos los domingos, el Sr. Raúl Avalos junto con sus amigos y compañeros, Flor, Nayeli, Ruth, Elmer empiezan con una tarea muy noble, que es la de alimentar a los más necesitados.
Afuera de un pequeño local adaptado como una cocina, preparan más de 160 platillos de comida caliente, con su respectiva bebida y tortillas, no lo hacen a cambio de algún tipo de reconocimiento, pues tienen 5 años realizando esta actividad y todo comenzó un 31 de diciembre.
Son alrededor de 100 personas entre hombres y mujeres que están en condiciones vulnerables, quienes llegan a recibir un alimento caliente a las 9 de la mañana, luego de tener hasta 2 días sin probar nada de comida.
Hay una Doctora que atiende a muchos de ellos quienes cuentan con heridas, o cirugías recientes y necesitan forzosamente curaciones, el cobro es nulo, pues a decir de este grupo de personas el pago está en servir al prójimo y servidor a Dios.
Algunos de los testimonios son duros, pues se trata de personas de más de 75 años que fueron olvidados por sus familias, por el gobierno y por la sociedad, otros de personas que tratan de salir adelante tras haber tenido alguna caída financiera o incluso emocional.
El punto de reunión es entre la calle Segunda y Privada de Congreso, donde desde las 7 de la mañana comienza a salir un olor de comida bastante agradable, pues como dicen quienes las preparan, “es de primera calidad”, no queremos darles sobras, sino lo que estaríamos también dispuestos a comer nosotros u ofrecerle a nuestras familias.