Los principales riesgos a los que se exponen los niños que están en contacto con juegos o videojuegos que incitan a la violencia son la desensibilización, entender la violencia como una solución, e incorporar este tipo de actitudes a su vida cotidiana, afirmó el psicólogo Antonio Suárez.

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Señaló que a largo plazo, la exposición frecuente a escenas de violencia contribuye a una desensibilización del espectador, que se habitúa a este comportamiento y teniendo en sus manos artículos que están relacionados con la violencia, esto se acentúa más.

Añadió que aunque las pistolas de juguete han existido a lo largo de generaciones, hoy en día nos encontramos ante la realidad de una sociedad infestada de malos ejemplos en series de televisión, telenovelas o videojuegos, y es entonces cuando la mente de los niños se enfoca en la imitación.

“La televisión y las películas presentan la violencia como un recurso que tiene éxito y de esta forma se corre el riesgo de que los niños acaben entendiendo que es razonable y factible recurrir a la violencia”, afirmó.

Dijo que el temor que existe actualmente es que los modelos de comportamiento agresivo puedan ser considerados adecuados y que la violencia se naturalice más de lo que ya se encuentra en muchas familias.

En el caso específico de los videojuegos, afirmó se han vuelto la pieza principal de muchos de éstos, y se convierten en vehículo de segregación o desigualdad y existe el riesgo de incorporar a la vida de los niños los prejuicios y actitudes sexistas.

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