“Ya ve que decían que don Miguel era muy chaparro, pues hasta en eso nos parecemos”, dice Laura Hidalgo y Costilla, nieta chozna de quinta generación del “Padre de la Patria”, quien con su hermana Susana, explican en entrevista la línea familiar a la que pertenecen.

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A pesar de que desconocen gran parte de la historia, su familia, que radica en la Ciudad de México y parte de Cuernavaca, se ha dedicado a investigar la línea biológica de procedencia, a tal grado de comprobarse directamente con el Museo Nacional de Antropología e Historia.

Su padre, José Luis Aurelio Hidalgo y Costilla Jiménez, quien falleciera hace algunos años, siempre buscó rescatar la historia familiar, pues según explican sus hijas, para él era un orgullo portar el apellido del gran “Padre de la Patria”.

A pesar de que actualmente han salido diferentes versiones en contra del cura Hidalgo, en donde lo desacreditan como precursor de la Independencia, Laura y Susana sienten una gran satisfacción al saber que sus familiares lucharon porque México fuera libre, a pesar de lo dicho en los últimos años.

Su padre, un representante de medicinas, llegó a Chihuahua hace 58 años por cuestiones de trabajo, y, según relatan sus hijas, siempre buscó reconocimiento, pues su pesar era de tristeza al saber que nadie tomaba en cuenta de que todavía existieran familiares de línea directa de don Miguel Hidalgo y Costilla.

Las hermanas Hidalgo explican que el portar un apellido tan importante siempre causa revuelo, pues en ocasiones tienen que sacar su identificación para comprobar que efectivamente se apellidan igual que el cura más recordado de México en estas fechas.

“Fue sacerdote, pero por afuera tuvo hijos”, explica Laura al profundizar en la línea familiar, pues narra que un hermano de don Miguel, Mariano Hidalgo y Costilla, quien también fue precursor de la gesta independentista, también tuvo gran descendencia por lo que desconocen la totalidad de los parientes que existen actualmente.

El abuelo de las nietas choznas era José Hidalgo y Costilla Castro, quien a su vez era sobrino tataranieto del cura. Su abuelo era Bernardo Hidalgo y Costilla San Telices, sobrino bisnieto del “Padre de la Patria”.

Al cuestionarles sobre si el Gobierno mexicano o las autoridades los reconocían de alguna u otra manera por ser parientes de uno de los máximos héroes del país, aseguraron que: “Jamás nos han hecho o dado nada… en lo único que nos sirvió fue en las relaciones sociales”.

En la única ocasión en la que fueron invitados a participar en algo relacionado con el cura, fue el 8 de mayo de 2003 en la Plaza de Armas, con motivo del 250 natalicio de don Miguel Hidalgo y Costilla, donde su padre izó la Bandera.

"Admiro el valor que tuvieron mis familiares para lanzarse a la lucha y perder todo, hasta la vida", señaló José Luis Aurelio Hidalgo, en una entrevista realizada por este medio en el 2003, días antes de participar en el acto anteriormente mencionado.

Para finalizar las hermanas explicaron su pesar por la falta de cultura y de noción histórica que existe hoy en las generaciones, pues conocer quiénes fueron los precursores de la Independencia debería de enseñarse desde pequeños y para toda la vida.

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