Un camión con aproximadamente 30 mil litros de hidrocarburo clandestino, coloquialmente conocido como “huachicol”, volcó ayer a la altura del kilómetro 168 de la carretera Delicias-Meoqui.

El vehículo se salió en su totalidad de la cinta asfáltica, y fue una suerte que, con semejante carga, no ocurriera un percance mayor, dadas las condiciones en que quedó, como trapo recién exprimido, literalmente.

De acuerdo con reportes oficiales, el incidente se dio aproximadamente a las 6:00 horas de ayer, presumiblemente porque el chofer de la unidad se quedó dormido al volante, pues se trata de un tramo recto.

En cuanto al responsable del incidente, presumiblemente huyó, aunque debido a la forma en que la cabina del automotor culminó con el impacto, al cierre de esta edición no se podía descartar que se encontrara debajo de los fierros retorcidos.

La unidad clandestina “se echó de delito” desde la volcadura misma, toda vez que al recopilar las indagatorias básicas, aquella carecía de matrículas que pudieran identificarla, así como de algún logotipo, sello oficial o las siglas de alguna empresa reconocida.

Al carecer de ambos elementos y de descubrirse el peligroso cargamento que llevaba, se llegó a la conclusión de su clandestinaje, y se procedió a acordonar el área ante la posibilidad de alguna explosión o un siniestro menor.

Otra de las suposiciones a las que se llegó en las primeras investigaciones, es que el vehículo, cuyo colapso se dio cuando seguía una trayectoria de sur a norte, presuntamente procedía de una región cercana al municipio de Delicias donde, de acuerdo con reportes oficiales, se da una alta incidencia de tráfico de hidrocarburos clandestinos.

Aunado a los daños materiales que se pueden observar de mejor manera en las gráficas correspondientes al incidente, la unidad volcada presentaba una fuga de combustible en la parte correspondiente al domo del tanque de carga.

Lo anterior provocó una gasificación en un área de aproximadamente 40 metros a la redonda, con el riesgo de una explosión que, hasta el cierre de esta edición, afortunadamente no se había dado. Para evitar lo anterior, se montó un operativo de seguridad.

Éste corrió a cargo de personal de Petróleos Mexicanos (Pemex) y las Policías Federal y Estatal. Las primeras medidas consistieron en el retirado de la batería y otros elementos que pudieran hacer chispa en el camión siniestrado y complicar la situación sobremanera.

Se esperaba una unidad de bomberos proveniente del municipio de Meoqui, para que hiciera labores de “vigilancia” a la grúa que levantaría el camión para, una vez en su posición “normal”, comenzar las labores de traspaso del combustible a un camión de Pemex, en una labor que se prolongaría aproximadamente hasta las 20:00 horas de ayer.

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