Yerri Palacios Guitty, originario de Panamá, lleva tres meses en Chihuahua a donde llegó en busca de una mejor calidad de vida. Su sueño no es cruzar a Estados Unidos, sino establecer un negocio en la capital para poder seguir enviando dinero a sus dos hijos.
Para obtener recursos, Yerri limpia terrenos y pide dinero en cruceros, principalmente. De ahí saca para comer y enviar un poco de dinero a sus niños que se quedaron con su abuela paterna en Panamá.
El entrevistado de 25 años, destacó que en Chihuahua lo han tratado bien en términos generales, incluyendo a la policía, aunque confesó que en ocasiones debe tolerar el mal trato o los desplantes de algunos ciudadanos que se molestan al solicitarles una moneda, pero también reconoció a aquellos que además de brindarles ayuda económica, le regalan palabras de aliento y le manifiestan su solidaridad.
La idea de Yerri no es cruzar al vecino país, como otros migrantes, su intención es poder llegar algún día a consolidar un negocio de comida que le sea rentable para alcanzar estabilidad económica y poder mandar traer a sus hijos y su madre a nuestra ciudad.
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