El papa emérito Benedicto XVI falleció este sábado 31 de diciembre, a los 95 años de edad, según ha confirmado la Santa Sede a través de un comunicado, por tal motivo la Conferencia del Episcopado Mexicano expresó sus más sentidas condolencias.
“Esta noticia ha Suscitado una profunda conmoción a toda la Iglesia por el grato recuerdo y legado que ha dejado su Pontificado como servidor fiel, especialmente en estos últimos años, que bajo una humilde presencia de oración contemplativa del Misterio, ha dado fortaleza al Papa Francisco para continuar la labor apostólica al frente de la misión de la Iglesia”, se manifiesta en el comunicado.
“Como sucesor de Pedro, apóstol del Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, condujo el timón de la braca durante su Ministerio Petrino, adentrándonos para navegar a través de una riqueza espiritual y de reflexión teológica que hemos de retomar continuamente para transformar en fuente de paz y alegría ante las pruebas y los sufrimientos que inevitablemente forman parte de nuestro peregrinaje terrenal”.
“Descanse en paz amado hermano mayor en el Episcopado”.
Benedicto XVI fue elegido como sucesor del papa San Juan Pablo II el 19 de abril de 2005 y tras ser el máximo líder de la Iglesia católica durante casi ocho años dimitió, convirtiéndose así en el primer papa en renunciar a la silla de San Pedro en casi 600 años y en el octavo en hacerlo en toda la historia, según la Agencia Católica de Informaciones.
Benedicto XVI, bautizado con el nombre de Joseph Ratzinger, nació el 16 de abril de 1927 en Baviera, Alemania. A los once años ingresó en el seminario y poco después fue obligado a inscribirse en las Juventudes Hitlerianas. Cinco años más tarde combatió en la Segunda Guerra Mundial en una unidad antiaérea. Posteriormente, continuó sus estudios de teología y filosofía en el ateneo de Múnich y en 1951, se ordenó como sacerdote, según la biografía publicada por el Vaticano.