¿Hasta que la muerte los separe? Para algunas personas eso puede ser demasiado tiempo, así que el divorcio es una práctica usual. En cuanto al matrimonio civil se trata de una práctica usual: de acuerdo al INEGI un importante porcentaje de los matrimonios terminan en divorcio en nuestro país. Sin embargo en el caso de los matrimonios por la Iglesia esto puede ser más complicado.
Para la Iglesia Católica, el matrimonio es un sacramento y considera que es un compromiso permanente ante Dios. En principio, la Iglesia Católica no permite el divorcio, es decir, la disolución legal de un matrimonio religioso. Sin embargo, la Iglesia reconoce que en ciertas circunstancias, un matrimonio puede considerarse nulo.
El matrimonio puede considerarse nulo si desde su inicio no cumplió con los requisitos necesarios para ser considerado un sacramento válido. Cuando se declara la nulidad matrimonial, se establece que el matrimonio nunca existió en términos canónicos.
La nulidad matrimonial es un proceso que involucra una investigación por parte de la Iglesia para determinar si existen razones válidas para declarar que el matrimonio fue inválido desde su inicio. Algunas de las razones que pueden dar lugar a una declaración de nulidad incluyen la falta de consentimiento libre, la incapacidad para cumplir con las obligaciones matrimoniales, la existencia de un impedimento canónico (como el parentesco cercano) o el engaño.
De acuerdo al Derecho Canónico
La Iglesia contempla algunas razones consideradas válidas para declarar que un matrimonio es nulo:
I. La presencia de un impedimento: edad, impotencia, ligamen, no bautizado, orden sagrado, voto público, rapto, conyugicidio, consanguinidad, afinidad, pública honestidad y adopción.
II. Defecto de forma canónica: Solamente son válidos aquellos matrimonios que se contraen ante el Ordinario del lugar o el párroco, o un sacerdote o diácono delegado por uno de ellos para que asistan, y en presencia de dos testigos.
III. La presencia de una incapacidad: carencia de uso de razón, falta grave de discreción de juicio, no asumir las obligaciones del matrimonio por causas psíquicas; la ignorancia del matrimonio como unión permanente entre el hombre y la mujer; rechazo a la procreación; error acerca de la persona o de la cualidad directa y principal de la persona; dolo, error acerca de la unidad o indisolubilidad sacramental; simulación; casarse con una condición de futuro; realizado con violencia o miedo grave.
Matrimonios en duda
No querrás que te pase como en conocidos casos de la vida pública,con el matrimonio de Peña Nieto y Angélica Rivera, que fue cuestionado y hubo quien señaló que ella seguía casada con Jorge Alberto "El Güero" Castro, por lo que supuestamente su matrimonio por la Iglesia con el expresidente de México siempre habría sido nulo.
Por ello, es importante tener en cuenta que la nulidad matrimonial es un proceso complejo y que puede tomar más de dos años y no garantiza que se conceda en todos los casos. Además, la nulidad matrimonial es un asunto canónico que no tiene efecto en términos civiles. Para obtener un divorcio civil, se deben seguir los procedimientos legales establecidos por las leyes.
Si estás considerando la posibilidad de disolver tu matrimonio por la Iglesia Católica, es recomendable que hables con un sacerdote o un asesor pastoral de la Iglesia local para obtener orientación específica y entender mejor tus opciones en función de tu situación particular.
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Cómo tramitar la nulidad del matrimonio
A continuación, se describen algunas recomendaciones generales para tramitar la nulidad del matrimonio ante la Iglesia Católica:
1. Consulta con un sacerdote o consejero pastoral: El primer paso es hablar con un sacerdote o un asesor pastoral de la Iglesia local. Ellos pueden proporcionar orientación sobre el proceso de nulidad y ayudarte a determinar si tu situación es elegible para una declaración de nulidad. Es importante tener en cuenta que no todos los matrimonios pueden ser declarados nulos, y el proceso varía según las circunstancias individuales.
2. Presenta la petición: Si después de la consulta inicial se determina que puedes proceder con la solicitud de nulidad, deberás presentar una petición formal ante el tribunal eclesiástico de tu diócesis. En esta petición, deberás proporcionar detalles sobre tu matrimonio, incluyendo las razones por las cuales consideras que es nulo.
3. Inicio del proceso: Una vez presentada la petición, se inicia el proceso de investigación. El tribunal eclesiástico revisará la solicitud y recopilará evidencia relevante. Esto puede incluir entrevistas con los cónyuges, testigos y cualquier documentación pertinente.
4. Evaluación de la evidencia: El tribunal eclesiástico examinará la evidencia recopilada para determinar si existen razones válidas para declarar la nulidad del matrimonio. Algunas de las razones que pueden dar lugar a una declaración de nulidad incluyen la falta de consentimiento libre, la incapacidad para cumplir con las obligaciones matrimoniales, la existencia de un impedimento canónico o el engaño.
5. Sentencia del tribunal: Una vez que el tribunal haya evaluado la evidencia, emitirá una sentencia. Esta sentencia puede ser declarar la nulidad del matrimonio (en cuyo caso se considera que el matrimonio nunca existió desde una perspectiva canónica) o puede dictaminar que el matrimonio es válido según las leyes de la Iglesia.
6. Apelación: Si alguna de las partes involucradas no está de acuerdo con la sentencia del tribunal, tiene el derecho de apelar la decisión ante un tribunal superior de la Iglesia.
Es importante destacar que es un proceso que opera independientemente de las leyes civiles de divorcio, por lo que la nulidad canónica no tiene efecto legal en términos civiles. Y finalmente tramitar la nulidad del matrimonio ante la Iglesia Católica es un proceso que involucra una investigación cuidadosa y una evaluación de las circunstancias individuales.