Las autoridades de Estados Unidos han comenzado en lo que va del año 199 investigaciones de matrimonios falsos para conseguir asilo en ese país , según un informe de la Patrulla Fronteriza. La cifra es un tercio de los 647 casos que se registraron en todo 2021.
El documento de la Patrulla Fronteriza indica que de los casos que se investigan actualmente, en 97 están involucrados mexicanos, y el resto a los migrantes de otras nacionalidades.
“El fraude familiar es solo una de las muchas tácticas que los traficantes de humanos y los migrantes utilizan para manipular su procesamiento después de su arresto”, destaca la corporación policiaca.
Los migrantes, explica el documento, contraen matrimonios falsos con personas de sus mismos países que ya cuentan con la residencia permanente o con estadounidenses para burlar las leyes de inmigración.
Incluso han detectado que una mujer, por ejemplo, ha contraído matrimonio en varias ocasiones con distintos varones en distintas regiones de la frontera con México, utilizando nombres diferentes.
Las indagatorias argumentan que los matrimonios son falsos porque los cónyuges no vivían juntos y no tenían la intención de hacerlo, contrariamente a los documentos y declaraciones oficiales que presentaron al momento de su detención tanto en la frontera como ya en el interior de Estados Unidos.
Los cónyuges sólo se reunieron brevemente, por lo general inmediatamente antes de obtener su licencia de matrimonio, o en ocasiones nunca.
Cada cónyuge beneficiario paga entre 90 mil y 125 mil pesos para obtener el estado de residente permanente en Estados Unidos. Los pagos, presuntamente, son prorrateados porque los migrantes pagan una cantidad adicional por cada beneficio de inmigración que reciben, como la admisión al país, el estado de residente permanente condicional y el estado de residente permanente completo.
Este modus operandi involucra a ciudadanos estadounidenses para que actúen como solicitantes de asilo en los matrimonios simulados; éstos reciben una parte de los ingresos recibidos de los migrantes que buscan el beneficio.
Además, varias personas que fueron reclutadas como peticionarios poco después se convirtieron en reclutadores.
Las investigaciones también señalan a varias personas de actuar como guías para los migrantes y documentan viajes previos a México, Centro y Sudamérica de estadounidenses con el pretexto de que iban a encontrarse con sus prometidos.
Incluso, los traficantes de personas preparan álbumes de boda falsos que se proporcionan a los migrantes y al cónyuge beneficiario que incluyen fotografías para que parezca que existieron las bodas más allá del simple matrimonio de un tribunal.
El aumento de matrimonios falsos, por lo que de acuerdo con la justicia estadounidense pueden castigarse hasta con cinco años de prisión, coincide con el reinicio del programa Quédate en México, a través del cual, los migrantes son obligados a esperar en nuestro país una cita para que un tribunal resuelva su solicitud de asilo, lo que puede tardar meses.
Desde que el presidente Joe Biden estaba en campaña electoral prometió revertir ésta y otras políticas de migración impuestas por la administración de su antecesor, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para detener la construcción del muro fronterizo, levantó la prohibición de viajar a varios países predominantemente musulmanes y reveló un plan para poner a millones de inmigrantes indocumentados en el camino hacia la ciudadanía.
Pero un año después, esa legislación no ha ido a ninguna parte y muchos de sus otros esfuerzos se han estancado en el Senado, lo que en opinión de Javier Urbano, especialista en temas migratorios, obliga a los indocumentados a recurrir a medidas como los matrimonios falsos para lograr entrar a la Unión Americana.