Tras más de 12 horas de audiencia, el juez dictó prisión preventiva justificada a Jesús Murillo Karam, exprocurador general de la República, por el caso Ayotzinapa.
El exfuncionario federal se quedará en el reclusorio Norte al menos hasta su próxima audiencia, el próximo miércoles 24 de agosto, con lo que se evita una afectación a las víctimas y testigos, así como que huya del país o se esconda, determinó el juez.
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"No se puede dejar de observar la trascendencia del caso que se trata de la desaparición de 43 personas, conocido al menos en México, que ha ocasionado múltiples indagatorias", señaló el juez Marco Antonio Fuerte Tapia al argumentar su decisión.
Visiblemente cansado y molesto, Jesús Murillo Karam aseguró que con la determinación del juez "se derrotó la presunción de inocencia", declaración que fue reprochada por el juzgador federal, quien pidió no hacer declaraciones apresuradas.
Pese a lo anterior, el juez especificó que esta medida no prejuzga su inocencia, "sólo es hasta la celebración de la siguiente audiencia" que programó para el próximo miércoles 24 de agosto, en la que se determinará si se le vincula o no a proceso a Murillo por su responsabilidad en los delitos de desaparición forzada, tortura y contra la administración de la justicia en el caso Ayotzinapa.
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Durante la audiencia que duró cerca de 12 horas, Murillo Karam sólo habló para decir que no había desayunado, para reservarse su derecho a declarar al asegurar que "habló tan mal que no le doy confianza a mis abogados" y para solicitar 144 horas extras para juntar pruebas a su favor, y para que su defensa "pueda preparar "cosas que puedan probar claramente qué pasó y cómo pasó".
Luego, la FGR pidió la medida de prisión preventiva justificada en contra del exprocurador debido a que consideró que "no existe una medida cautelar idónea que garantice la presencia del imputado en la siguiente audiencia", una de las razones por las que el juez concedió esta medida.
El representante de la defensa de los padres de los 43 normalistas, Sergio Aguirre, apoyó la petición de la Fiscalía al asegurar que el exprocurador "les ha causado graves agravios [...] y les alejó de conocer la verdad del paradero de sus hijos", aunque aclaró que a éstos no los mueve la venganza, sino la esperanza de conocer la verdad sobre el paradero de sus hijos.
Por su parte, Daniela Aguirre, defensora de las personas torturadas señalada por formar parte del grupo delincuencial Guerreros Unidos, apoyó de igual forma la petición de prisión al asegurar que Murillo "tenía previsto desde el principio cuál tenía que ser declaración de las personas sobrevivientes víctimas de tortura".
En respuesta, la defensa legal de Murrillo Karam presentó como prueba a favor de su cliente la declaración del médico cirujano Alberto Falcón, quien explicó que el exfuncionario desde hace al menos 28 años comenzó a presentar diversas enfermedades crónicas.
Hipertensión arterial, enfermedad pulmonar obstructiva crónica de tabaquismo, insuficiencia vascular cerebral y lesiones en la faringe, enfermedades que requieren "control y vigilancia permanente", dijo, aunque no consiguió convencer al juez para que le concediera la medida de prisión domiciliaria como lo solicitó la defensa del hoy exprocurador tras las rejas.
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