El expresidente de Uruguay, José Mujica, recibió el Doctorado Honoris Causa por parte del Sistema Universitario Jesuita (SUJ) en la Universidad Iberoamericana.
Al expresidente uruguayo se le concedió este doctorado por su contribución y trabajo realizados como líder latinoamericano, el cual ha abordado la reconciliación, la justicia y la integración de los pueblos y naciones.
Durante la ceremonia, Mujica agradeció el reconocimiento, sin embargo, señaló que quien lo merecía era su pueblo y los soldados.
"Tengo que agradecerles este reconocimiento que yo no merezco, que merece mi pueblo, que merecen los anónimos, que merecen los soldados”.
Asimismo, manifestó su deseo de construir un mundo más útil y menos egoísta.
"El premio mayor es vivir como se piensa, el premio mayor es soñar que se puede construir un mundo un poco más útil, menos egoísta que el que nos tocó vivir. ¿Que sería la vida si nos quitan la esperanza?".
Antes de recibir el doctorado, Mujica participó en una charla con estudiantes de la Universidad Iberoamericana.
Ahí, ofreció su visión de socialismo y capitalismo, y reiteró que la marihuana, cuya legalización él mismo impulsó en Uruguay, es una "planta condenada por la estupidez humana".
Aunque el expresidente no ofreció más detalles de su agenda, está invitado a participar en el encuentro "México ante los extremismos: el valor de la cultura ante el odio", organizado por la Secretaría Mexicana de Relaciones Exteriores para este martes y miércoles.
"Yo no quiero hablar de López Obrador porque no me conviene"
El exmandatario uruguayo, participó este domingo en la celebración del primer año de la presidencia de López Obrador, a quien antes no conocía, pero a quien consideró "afable y simpático".
Mujica, considerado uno de los líderes morales de la izquierda latinoamericana, rechazó este lunes opinar sobre las políticas del mandatario mexicano, quien ha afrontado cuestionamientos de grupos progresistas en su primer año de Gobierno.
"Yo no quiero hablar de López Obrador porque no me conviene hablar porque tengo que respetar la casa en la que estoy. Porque tengo que desearle suerte y compresión al pueblo mexicano, que vaya que tiene problemas para que yo venga a tirarle más", argumentó.
El expresidente uruguayo reafirmó la frase de "México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos".
También aseveró la necesidad de América Latina de definir qué papel jugará ante el crecimiento internacional de los extremismos y de la emergencia climática.
"La humanidad tiene el peligro de evolucionar a dos mundos. El muro no es un muro entre Estados Unidos y México. El verdadero muro es entre un mundo desarrollado y otro que se arregle del otro lado del muro como pueda", aseveró el uruguayo.
La reunión con Evo Morales
El expresidente uruguayo también aclaró que se reunió este día con el expresidente de Bolivia Evo Morales, asilado en México, para darle un abrazo porque "desde hace muchos años" han sido amigos, pues quienes han sido presidentes "no dejan de ser humanos".
El izquierdista uruguayo expresó su reconocimiento a la histórica política de asilo del gobierno mexicano que ha acogido al exmandatario boliviano.
Con información de EFE