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Casi una década después de que la Secretaría de Educación Pública (SEP) suspendió la prueba Enlace para medir el nivel de aprendizaje en la educación básica, al arranque del ciclo escolar aplicará una prueba nacional de aprovechamiento escolar a poco más de 21 millones niños de segundo de primaria hasta tercero de secundaria. Aunque se trata de un examen diagnóstico muestral permitirá medir el impacto en la educación del confinamiento por la pandemia de Covid-19 y las clases por televisión.
La prueba diagnóstica medirá lo aprendido en Lectura, Matemáticas, así como Formación Cívica y Ética a través de preguntas de opción múltiple y de respuesta construida y sus resultados sólo se difundirán entre las escuelas y las autoridades para buscar estrategias de mejora a lo largo del ciclo escolar.
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La SEP y la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), en coordinación con las autoridades educativas en las entidades, aplicarán la Evaluación Diagnóstica para los Alumnos de Educación Básica en el sistema público y privado del 5 al 9 de septiembre, es decir, en la segunda semana del inicio de clases.
La dependencia federal indica que busca medir el aprendizaje “sin juzgar o justificar los resultados obtenidos”.
Aunque los lineamientos específicos para la aplicación de la evaluación diagnóstica 2022-2023 se encuentra bajo análisis en la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria y se prevé se publique en el Diario Oficial de la Federación el próximo 26 de agosto, la SEP ya difunde entre las escuelas del país los criterios de aplicación del examen.
Para Roberto Rodríguez, estudioso del sistema educativo del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM y Pedro Flores, académico de la Universidad Autónoma de Querétaro, el regreso de una prueba nacional “es una buena noticia”, pero cuestionaron que los resultados no vayan a ser públicos. Lamentaron que se hayan dejado de aplicar estos instrumentos con principios comparativos que permitan medir el desempeño del sistema en el tiempo.
En diciembre de 2013, el gobierno del entonces presidente Enrique Peña Nieto anunció la suspensión de la prueba Enlace que realizaba el extinto Instituto Nacional de Evaluación para la Educación (INEE) y que permitía conocer el desempeño de cada alumno en la educación básica y el bachillerato.
Esa administración argumentó que con pruebas diagnósticas se podría conocer el aprendizaje de los alumnos y se aplicaron este tipo de test entre 2015 y 2018 pero sólo entre los alumnos de sexto de primaria y tercero de secundaria.
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En 2019, la actual administración aplicó la misma prueba en una versión llamada “evaluación interna”, sólo de Lectura y Matemáticas. En el caso de Chiapas, Michoacán y Oaxaca, donde tiene mayor presencia la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), se repitió el mismo esquema de todos los años, con una baja participación, mientras que en Tlaxcala por problemas “político-sindicales” únicamente se realizó en las escuelas dependientes del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe).
La nueva prueba que implementará la Cuatroté tiene “la finalidad de realizar el seguimiento de los resultados obtenidos al inicio del ciclo escolar 2022-2023”. Para ello, la SEP “sugiere que las escuelas realicen una segunda aplicación de la Evaluación Diagnóstica a mitad del ciclo escolar, para verificar si las estrategias didácticas utilizadas fortalecieron los aprendizajes del grado antecedente o si todavía requieren de apoyo”.
En la información que hace llegar a autoridades estatales, directivos y maestros de las escuelas de educación básica se indica que los exámenes están orientados a medir el aprendizaje alcanzado por los niños se segundo, tercero, cuarto, quinto y sexto de primaria, así como de primero, segundo y tercero de secundaria en tres materias. Es decir, en total serán 24 exámenes.
“Ayudará a que el personal docente planifique y mejore su práctica pedagógica a nivel grupal e individual durante el ciclo escolar e identifique los contenidos que representan un mayor reto para el estudiantado de estos grados, lo anterior como parte de las tareas asumidas por el directivo y el personal docente en las reuniones del Consejo Técnico Escolar (CTE)”.
Los resultados tendrán datos detallados para retroalimentar sus decisiones de mejora continua, todo para reconocer los aprendizajes que dominan los alumnos y poder orientar las acciones que se deben tomar para recuperar o fortalecer conocimiento adquirido, en particular en estos casi dos años y medio de la pandemia.
La aplicación de la evaluación diagnóstica quedará a cargo de los maestros y por ello la SEP colocó las hojas de resultados a disposición de los maestros en una página de internet.
Roberto Rodríguez, de la UNAM, confió que el cambio de titular en la SEP no revierta la decisión de aplicar la evaluación, porque con la suspensión de Enlace se rompió la continuidad y oportunidad de conocer los avances y retrocesos del aprendizaje, más aún en el caso de la pandemia.
Dijo que “es saludable que se recupere la ruta de hacer evaluaciones nacionales” y al ser diagnostica no tendrá implicaciones en términos de la carrera magisterial de profesores, su trayectoria y menos en el caso de los estudiantes.
Por su parte Pedro Flores, de la Universidad Autónoma de Querétaro, enfatizó que es “una buena noticia” frente al escenario que advierte efectos importantes de la pandemia de Covid-19 en el aprendizaje.
Consideró que la evaluación “llega tarde” pero será el primer año de regreso a las aulas. Ahí lo más destacable será como se usa esa información, “si es válida, si es confiable y si se hacen públicos los resultados”.
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Destacó que en esta administración se ha logrado “descafeinar ideas y cambiar términos, en aras de diferenciarse de las anteriores administraciones. Eso hace que se entorpezcan sus políticas, como en el caso de que al magisterio logran romantizarlo tanto, porque cómo van a exigirles si han estado alabando a ese sector y los defendieron de un supuesto ataque del gobierno anterior. Al final una retórica de ese tipo te cobra consecuencias porque no puedes exigirles cosas”.
El investigador aseguró que “en los resultados de la evaluación, a pesar de que en esta administración son cuidadosos del lenguaje, ahí no habrá salida porque los datos son los datos”.
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