En tiempos de austeridad en el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, la Secretaría de Educación Pública (SEP) entregó al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación una bolsa de más de 9.9 mil millones de pesos como bono para los maestros y trabajadores de la educación básica, según la respuesta a la negociación de este año.
El sindicato “renueva” su naturaleza no sólo de sector privilegiado y consentido por su papel corporativo, aliado del partido en el poder por lo que políticamente representa, coinciden investigadores y especialistas en sindicalismo.
Además del incremento salarial de 3.4 por ciento directo al salario y de 2.59 por ciento en prestaciones, más compensaciones a maestros de educación especial, indígenas o por función: directivos, supervisores, misiones culturales o multigrado. Según la Respuesta al Pliego Nacional de Demandas 2020, los un millón 224 mil 125 maestros de educación inicial, preescolar, primaria y secundaria recibirán una Compensación Nacional Única de siete mil 316 pesos en dos pagos.
El monto del bono se triplicó en los últimos cinco años, al pasar de dos mil 600 pesos al más de siete mil pesos para los maestros. Los recursos son independientes al incremento salarial dado de 5.99 por ciento y prestaciones adicionales.
Según el sistema de información del Banco de México el promedio de incrementos salariales otorgados a las empresas públicas en este año ha sido de 3.4 por ciento en el mes de marzo y abril, en medio de la pandemia; mientras que el sector privado otorgó incrementos de 5.2 y 5.5 por ciento en los primeros meses del año.
En el sector educativo la UNAM y la UAM recibieron incrementos de 3.4 por ciento al salario y en el último caso de 1.8 por ciento en prestaciones.
El incremento para el SNTE de 5.99 está en el nivel de lo obtenido en 2017 y se queda por debajo de lo obtenido durante el año pasado cuando obtuvieron 6.25 por ciento.
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En 2013 el aumento al gremio del magisterio fue de 6.3 por ciento; para 2014 fue de 4.25 por ciento; en 2015 de 6.2 por ciento; en 2016 fue de 5.05 por ciento; en 2017 de 5.48 por ciento; y en 2018 fue de 6.1 por ciento.
Para Roberto Rodríguez, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, el acuerdo al que llegó la dirigencia del magisterio con el gobierno del presidente López Obrador “renueva bajo una formación política distinta la alianza que siempre ha tenido con el gobierno en turno, cuando eran gobiernos priistas el sindicato fue priista, cuando fueron gobiernos panistas el sindicato trasladó sus alianzas hacia ese sector y ahora no tiene ningún problema en fungir como aliado de la fuerza política dominante".
El estudioso del sistema educativo aseguró que el sindicato ha sido base de apoyo que ha sostenido las reformas educativas, aunque hayan expresado en su momento críticas sobre el contenido de las reformas, pero siempre se entregó a las mismas.
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