Luego de que el Congreso aumentara la pena máxima de prisión por pertenecer a las pandillas, el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, hizo un llamado a los padres de familia para que advirtieran a sus hijos que las únicas dos opciones que tienen si deciden entrar a una pandilla serán la cárcel o la muerte.
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"A los padres de familia. Muéstrenles este video (de pandilleros encarcelados) a sus hijos adolescentes, explíquenles que entrar a la pandilla solo tiene 2 salidas: la cárcel o la muerte", indicó el mandatario a través de Twitter.
En el video se observan las precarias condiciones en las que viven los pandilleros encarcelados en el marco de esta nueva reforma aprobada, solicitada por el mandatario y que se regirá por un mes con el propósito de frenar la violencia que estas bandas provocan en El Salvador y que se consideran terroristas.
En las imágenes se observa a pandilleros aglomerados en celdas, sin colchones en dónde dormir y se escucha la voz de uno de ellos que se queja de la disminución en las raciones de comida y la falta de implementos para limpiar su lugar de encierro.
El presidente recordó que desde que se declaró el estado de excepción, la comida es racionada a dos tiempos de alimentación para los 16 mil pandilleros presos. Las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18, entre otras, cuentan con alrededor de 70 mil miembros en El Salvador.
Este estado de excepción fue promovida luego de una ola de violencia que se vivió en el país y dejó 87 muertos, implica la restricción de libertades civiles y la ampliación de los poderes de la policía y el ejército en el control del orden público.
El miércoles el Parlamento, controlado por los oficialistas, reformó el código penal para aumentar de 9 a 45 años de prisión la pena máxima por pertenecer a pandillas en medio de una serie de reformas legales.
La reforma establece que el que tomase parte en una agrupación, asociación u organización ilícita como las pandillas será sancionado con prisión de 20 a 30 años, y si son "cabecillas" la pena de prisión será de 40 a 45 años.
Anterior a la reforma, pertenecer a una pandilla implicaba una sentencia de tres a cinco años de prisión y si se era líder se castigaba con una pena de seis a nueve años.
El Salvador cerró 2021 con una tasa de homicidios de 18 muertes por cada 100 mil habitantes, según datos oficiales.
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