En pleno Centro de la ciudad, en las calles 4ª y José Esteban Coronado, se encuentran las ruinas de una casa que drogadictos utilizan como basurero, baño público y picadero.
Dicha construcción hecha de adobe se derrumbó a causa de las lluvias hace aproximadamente tres años y los escombros fueron retirados. En aquel tiempo se decía que terminarían de derribarla ya que representaba un serio peligro para los peatones que transitaban por el lado de la 4ª.
Sin embargo los malandros adictos se las han ingeniado para quitar las tablas y láminas que se habían colocado en puertas y ventanas para evitar el ingreso y han tomado el lugar para hacer sus necesidades y drogarse, además acumular basura.
Lo anterior provoca fétidos aromas que los caminantes pueden percibir desde la orilla de la banqueta y además representan un foco de infección en el céntrico sector.
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