El mismo día de la captura de Arturo Quintana “el 80, en Namiquipa, se registró un enfrentamiento entre integrantes de “La Línea” y del cártel de Sinaloa en los límites de Madera, que llevó a la semiparalización de actividades en la mina de Dolores, pues desde hace días ambos grupos mantienen presencia en la región y los empleados no han podido salir de su lugar de trabajo.
El enfrentamiento del pasado jueves, que dejó como saldo oficial dos muertos, pero existen versiones de que los criminales recogieron otros cadáveres más, ocurrió en el camino a Yepachi y fue el último de varios que se han registrado en las últimas semanas, que mantienen atemorizados a cientos de empleados de la minera, que trabajan en turnos de 14 días de labores por 7 días de descanso, generalmente para viajar a sus lugares de origen, fuera de este municipio.
En el camino que dirige a Yepachi, que se encuentra en los límites de Chihuahua con el estado de Sonora, durante la mañana del jueves, varios pistoleros se enfrentaron a balazos sobre la carretera, los grupos participantes fueron el Cártel de Sinaloa a través de la célula que controla Roberto Soto, “el Jaguar” y el Cártel de Juárez, a través de “Los Linces”, un grupo de “La Línea”.
Fotografías y videos de ese día, captados por pobladores que circulaban por el camino horas después de la refriega, dan cuenta de dos cadáveres, armas de fuego, granadas, cartuchos y siete unidades siniestradas, con muestras de balazos e incluso una quemada, que estaba blindada con acero en algunas partes para evitar los impactos de bala.
Según pobladores, el enfrentamiento duró casi una hora en un tramo de varios kilómetros de la carretera, a donde los agentes de la Policía Federal y del Ejército tardaron unas dos horas en llegar. También arribaron agentes apostados en los límites de Sonora, en la misma región que se disputan ambos grupos.
Oficialmente la Fiscalía General del Estado no reportó los hechos, tampoco autoridades militares o federales, pero personal de las corporaciones se tardó las siguientes 5 horas en recoger la evidencia y mover los vehículos a corralones en Madera para asegurarlos.
La unidad incendiada alcanzó a consumir algunos pastizales que fueron captados en los videos de las personas que pasaban por el lugar, mientras que a su vez había cuerpos tirados, algunos con ropa tipo militar, que son accesorios que comúnmente utilizan los delincuentes, al igual que los vehículos blindados.
PSICOSIS EN LA MINA DE DOLORES
La Mina de Dolores, dentro del municipio de Madera, fue parcialmente cerrada tras detectarse en la última semana la presencia de grupos delincuenciales que tienen tomados los accesos y han desatados varios enfrentamientos en los últimos días, sobre la carretera de salida a Cuauhtémoc, Temósachic y otras poblaciones.
De acuerdo con trabajadores que hasta ayer se encontraban en la mina, no han podido salir porque han llegado amenazas a la planta de que van a matar a empleados que supuestamente trabajan para alguno de los grupos que se disputan el territorio, la gente de “el Jaguar” y “La Línea”, por lo que quienes estaban de descanso no han podido o no han querido regresar a sus labores y los que estaban laborando, que ya les tocaba desde hace días irse a descansar, no han querido salir, pues por tierra “patrullan” dichos grupos.
“Los directivos de la mina entran y salen por aire, pero no nos atienden, no hacen caso de nuestro temor, estamos acorralados y no sabemos qué hacer, a quién recurrir, porque acá no hay gobierno que exista”, dijo uno de los trabajadores que desde la semana pasada está de descanso, pero no puede abandonar las instalaciones por las amenazas que existen y la presencia de los grupos criminales.
Los empleados han contactado a sus familiares en Chihuahua y Cuauhtémoc y les han pedido que soliciten auxilio de las autoridades.
Tanto empleados como familiares, que piden mantenerse en el anonimato por razones obvias, aseguraron que esta nueva disputa está relacionada también con la operación de la Mina de Dolores, donde los trabajadores han tenido que suspender labores, ante este fuerte enfrentamiento armado, pues no pueden salir de la zona de labor ante la presencia de los grupos armados.
En las últimas semanas, dijeron, delincuentes de los dos grupos han comenzado a hostigar a los empleados, porque la zona del complejo era supuestamente territorio de una banda y ahora hay otra que pretende disputarlo, por lo que los han amenazado con que si no quieren quedar en algún momento bajo el fuego cruzado, mejor no regresen.
El ambiente de inseguridad está ahuyentando a los trabajadores de la mina, quienes refieren no salir del municipio ante los constantes enfrentamientos y amenazas que surgen entre grupos antagónicos, además de sostener el temor de que un día sean los afectados de estos ataques por el descontrol que se vive en el lugar.
Directivos de la minera Pan American Silver, que explota el mineral de Dolores, no fueron localizados para conocer su postura en torno a los acontecimientos y la versión de una semiparalización de actividades en el campamento, pues no cuentan con oficinas de representación en Chihuahua.
AVISARON DEL ATAQUE TAMBIÉN EN REDES SOCIALES
El 15 de mayo, un usuario de las redes sociales publicó un mensaje amenazador contra “los chapos que trabajan en la Mina de Dolores” y sentenció que iba “a limpiar su área, contra todos los marranos de la Gente Nueva”, lo cual terminó con un enfrentamiento a dos días de lo anunciado en internet por el supuesto integrante de “La Línea”. “Los chapos” son, en la jerga de los grupos delincuenciales, integrantes del cártel de Sinaloa, de la célula de “el Jaguar”.
“Todo esto que está pasando, la inseguridad, muertes, se lo debemos en gran parte al presidente municipal Jaime Torres Amaya, y los marranos de la Gente Nueva que todavía la gente no entiende que los dejen de apoyar para que salgan del estado y como prometí voy a limpiar mi área tiene que respetar mis terrenos y voy con todo, ánimo linces”, fue parte del mensaje que se publicó el pasado 15 de mayo.
Este mensaje acrecentó la psicosis en la región y luego, el día 17, se dio el enfrentamiento, después de semanas de versiones de que “patrullan” impunemente grandes convoyes de los dos grupos y disparan a la menor provocación o amedrentan a civiles que deben circular por la región.