Un centro comunitario y un predio abandonado que colindan con el kínder Rubén Jaramillo, principales vías de acceso de los que han causado ya cinco veces ataques al plantel.
Sin clases y en el abandono se encuentra este el jardín de niños, atacado la noche del domingo por quinta vez por un grupo de vándalos que además de dañar las rejas de los salones, las puertas de los baños y hasta las bancas, en este último ataque les dio por incendiar uno de los salones, situación que mantiene en alerta a las autoridades y a los propios padres de familia y maestros.
Cerrado con candado y los salones con llave, van cinco ataques generados por un grupo de vándalos que tomaron por enemigo a este jardín de niños pues, según afirman maestros y la propia directora, causan daños pero no roban.
Maestros y padres de familia denunciaron que a través de un centro comunitario, a espaldas del plantel, los responsables se brincan para hacer de las suyas, igualmente por un predio con unas tapias, el cual sólo está protegido por una malla pequeña, lo que propicia que cualquier joven tenga acceso fácilmente.
Estos dos lotes a espaldas no es fácil verlos y es por donde los atacantes del kínder aprovechan para entrar de noche.
El domingo por la noche los responsables derramaron pintura y la regaron dentro de los salones causando pintas en la fachada, pero ayer por la mañana ya estaba pintado, sin embargo aún se notaban los chorros de colores en el suelo; al parecer los responsables de este centro comunitario no querían problemas y de inmediato volvieron a pintar.
La maestra Estefanía Portillo señaló que ya están interpuestas las denuncias correspondientes y esperan una acción rápida de las autoridades, pues tanto la Policía Municipal como la Fiscalía tienen conocimiento de los ataques, así mismo requieren el apoyo de la Secretaría de Educación para reparar pronto el plantel y ubicar a los responsables para que la vida de los 74 alumnos y padres de familia regrese a la normalidad.