La responsabilidad de ser el hombre de la casa, ayudar a su madre y sacar adelante a sus dos hermanitas, ha hecho de Sebastián un emprendedor, al dedicarse a la venta de bolis y paletas de hielo en el crucero de Heroico Colegio Militar y Monte Albán, donde gracias a la generosidad de personas altruistas que supieron su condición, le donaron una máquina para elaborar sus propios productos, sin necesidad de revender de proveedores.
Durante mucho tiempo, Sebastián vendía bolis en los camiones urbanos, mientras que su mamá trabaja en una guardería. Ahora, corre de carro en carro ofreciendo sus bolis. “Vendo bolis para ganar dinero, y también para pagarme lo que necesito para la escuela”, comentó.
Fue así como el jovencito de apenas 15 años de origen rarámuri, quien cursa el Primer Semestre en el CECYT, con la especialidad de Administración, recibió de parte de Fernanda Villalobos, y su equipo de trabajo a favor del prójimo lo necesario para auto emplearse, invirtiendo en sus propios insumos.
Con la alegría reflejada en el rostro, Sebastián Arroyo Chaparro agradeció, acompañado de su mamá, quien es la jefa de familia, al tiempo que invitó a que pasen al conocido crucero del norte de la ciudad a probar sus nuevos productos.
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