La cuarentena por el Covid-19 ha provocado una mutación de los delitos, pues ahora los extorsionadores hacen llamadas y mensajes por medio del celular con la finalidad de que los dueños de establecimientos comerciales depositen alguna cantidad de dinero para evitar supuestos daños a sus familias.
El fiscal de la Zona Centro, Carlos Mario Jiménez, señaló durante su participación en la conferencia “Prevención de extorsión”, organizada por Ficosec, que la mayor parte de estos delitos ocurre en pequeños negocios, o al menos son los propietarios de éstos quienes acuden a presentar una demanda.
Del 15 de abril al 15 de junio hay 20 denuncias por intento o consumación de extorsión en la ciudad; la mayor parte (14) no accedieron a depositar ninguna cantidad de dinero, pero los seis restantes accedieron a pagar entre 2 mil y 5 mil pesos para “evitar” un supuesto daño a su familia o empleados del negocio.
Por otra parte, existe la cifra negra que señala que por cada denuncia por este delito existen cuatro más que no se dan a conocer a las autoridades, por lo que la Fiscalía General del Estado constantemente llama a los ciudadanos víctimas de algún delito que acudan a interponer la formal querella.
En el caso específico de los comercios, se supone que los más afectados son los pequeños locales, ya que es más sencillo “conocer” datos de personas que operan en estos negocios, así como quiénes son propietarios o encargados de los lugares.
Lo anterior facilita la comunicación del delincuente con su víctima, que en muchos de los casos no denuncia por temor a represalias en contra del personal que labora, familia y/o el propio afectado.
El modus operandi para cometer extorsiones contra negocios, no es distinto al que se utiliza hacia personas, pues lo único que varía es el tipo de amenaza, que en el caso de los comercios va dirigida también al daño hacia empleados.
En este contexto, la FGE insiste en que la población debe denunciar cualquier tipo de delito, y específicamente en los que se cometen de manera virtual, ya que generalmente son falsos ataques, y las autoridades pueden evitar que se deposite cualquier cantidad de dinero.
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